Retrocedamos 35 o 40 años en el tiempo, dejemos de lado todo lo que todavía no se había inventado, y entremos nuevamente a una Casa de Música de aquella época, ¿con cuales marcas de guitarras, bajos, micrófonos, baterias y amplificadores nos vamos a encontrar?
Una aclaración: esta (breve e incompleta) reseña, pretende reivindicar a todos aquellos viejos fabricantes argentinos de instrumentos y equipos de amplificación, que estuvieron - desde el comienzo - junto a nuestros primeros "rockeros", haciendo lo mejor que podían y sabían con los medios - muchas veces precarios - de los que se disponía entonces. Tengamos en cuenta que la importación de componentes estaba muy restringida y que también resultaba sumamente onerosa. Hoy, (será por aquello de la "globalización"?) las cosas son distintas, y con el desembarco masivo de instrumentos (de todas las calidades) fabricados en Oriente (China, Taiwan, Korea, Malasia, Indonesia) por las principales marcas americanas y sus socios japoneses, nuestros pioneros - lamentablemente, y salvo algunas pocas excepciones -, han desaparecido, ante la imposibilidad de competir en costos con los productos arriba mencionados. Pero retomemos nuestra historia...
Cuál viejo rockero (sí, de los famosos también) va a recordar haber recorrido lugares cómo la hoy desaparecida
"Casa América", en la Avda. de Mayo casi esquina Suipacha, lugar que en alguna época fue la "Meca" del músico, por la cantidad y variedad de elementos que para la actividad ofrecía?.
Otros lugares de nutrido tránsito para nuestros (en aquel entonces) jóvenes músicos, lo eran también las conocidas Casas de Música
"Gale", en la calle Viamonte;
"D.I.M.I.", en Cangallo;
"Feliciano Brunelli",
en Av. Rivadavia casi Pueyrredon;
"Daiam", pionera de la calle Talcahuano;
"Antigua Casa Nuñez", siempre en Sarmiento;
"Casa Breyer"; "Ricordi", y tantas otras más que no recuerdo en el momento de escribir éstas líneas, pero que fueron señeras en la actividad, hoy lamentablemente desaparecidas del mercado.-
Y que instrumentos encontrábamos en ellas?
Mayoritariamente, de producción nacional.
Quién no soñó en aquellos dias con poder tener una guitarra
"Faim" , con sus "clones" de
Fender y
Gibson, o una
"Fratti" de caja, bien "jazzera", o tal vez una
"Kuc" (había un modelo de ésta marca que venía con el cuerpo tapizado en cuerina, y tenía un montón de switches que cumplían el rol de "ecualizadores", más una "sordina" de fieltro en el puente, que se bajaba para apagar el sonido de las cuerdas), o tal vez una
"Morgan", guitarras con peculiar diseño , cuyo local de venta al público estaba (allá por el '63/'64) en la Galería Mitre, en la calle Bartolomé Mitre, a media cuadra de la Iglesia La Piedad, guitarra que utilizaron -entre otros-, el conjunto
Los Pick-Ups, famosos por su tema "Que se mueran los feos").
Otras marcas argentinas de aquel entonces, fueron toda la gama fabricada por
"Instrumentos Tonal"; las guitarras eléctricas que fabricaba
"Casa Nuñez", cuyo nombre no recuerdo, mereciendo un capítulo aparte, el que fuera - a decir de muchos profesionales de la guitarra -, el mejor luthier argentino, quién, lamentablemente, emigró del país a principios de los '70, y nunca más volvió: nos referimos a
REPISO. La calidad de sus instrumentos puede compararse con la de los mejores luthieres internacionales, superando a los modelos "top of the line" de las más afamadas marcas extranjeras. El esmero en las finas terminaciones, la selección de las mejores maderas, secas y estacionadas por muchisimos años, la instalación de circuitos importados (americanos en su mayoría), la fabricación del instrumento exclusivamente a pedido, hacían de una guitarra
REPISO, un elemento de altísimo valor e inigualables prestaciones para el músico profesional. Aún hoy, aunque resulta difícil encontrar alguna de sus piezas a la venta, dado que nunca las fabricó en serie, aquellas que circunstancialmente aparecen en el mercado, mantienen un elevado valor de reventa, que seguramente desalentaría a más de un interesado en adquirir una de éstas obras maestras del arte de la luthiería.
En referencia a equipos amplificadores de producción nacional, sin agotar la lista y sabiendo que seguramente nos estamos involuntariamente olvidando de algunos, cómo no recordar marcas que tuvieron una fuerte presencia en nuestro mercado y que fueron utilizadas tanto por los músicos amateurs de todo el país, como así también por parte de los profesionales, tales como los amplificadores
"Decoud"; "Randall"; "Calsell"; "Fada"; "Robertone" (Estos últimos, realizados a pedido),
"F.B." (Feliciano Brunelli. Si señores, Don Feliciano Brunelli tenía su propia marca de amplificadores, allá a mediados de los '60, los que se vendían en su casa de música yá mencionada, sita en Av. Rivadavia casi esq. Pueyrredon...!!) ;
"Citizen" (si, cómo los relojes, fabricados en la década de los '70).
Otros equipos que también se utilizaban (especialmente para las voces), eran los producidos por
"Industrias L.E.M.E."; "Ucoa Argentina" (Filial nacional de la americana)
"Phillips"; "Leea", (fabricante también de una variada gama de micrófonos y parlantes de gran calidad), más todos los equipos de manufactura artesanal y "casera" que fabricaban los técnicos radioarmadores que proliferaban a lo largo y ancho del país, y quienes, sirviéndose de diagramas electrónicos que se publicaban en libros y revistas especializados en la actividad, o bien diseñando ellos mismos sus propios circuitos, satisfacían las necesidades de los conjuntos musicales que a ellos acudían, tanto en el interior cómo en Buenos Aires.
En éste segmento, podemos extendernos un poco respecto a uno de éstos "luthieres de amplificadores", quién hoy sigue teniendo una fuerte presencia dentro del ambiente del Rock argentino, cómo así también de los seguidores del Jazz y el Blues: Nos referimos a
Juan Manuel Fahey, gordo buenazo, bohemio y amigo de todos sus clientes, a quienes recibe en su vieja casona enclavada en el corazón del barrio de la Boca, diseñador de sus propios productos, inventor y poseedor de una gran creatividad.
Hace ya casi 30 años que los equipos
"Fahey" están en el mercado, situando el comienzo de la actividad de éste creador allá por 1971, con la fabricación de un equipo que emulaba algún modelo de
"Fender", tomando después un perfil propio y reconocible, y haciendo (también) equipos especiales a pedido, tal cómo el que hubo de fabricar allá por 1976 para el conjunto
"Crucis", que le proporcionaba 500 Watts al bajo!!! , con cuatro cajas de cuatro parlantes de 12" cada una, reenconados por el mismo, partiendo de los chasis del modelo LEEA 1222 (un woofer), los que compraba nuevos en la hoy desaparecida
"Casas Galli", sita en la Avda. Entre Ríos, mayorista de componentes electrónicos, para luego desarmarlos, y utilizar el chasis y el imán, pero cambiándoles el cono y la bobina, la que elaboraba el mismo artesanalmente, para lograr que soportaran potencias de hasta 50 Watts.
Para terminar éste breve -y cómo se ha dicho- incompleto relato acerca de nuestros fabricantes, pioneros y artesanos de ésta noble actividad, no podríamos dejar de mencionar a los que satisfacían los gustos de nuestros "bateros". Todos ellos recordarán haber dado sus primeros "palazos" en alguna (hoy vieja) batería
"Nucifor", o tal vez una
"Rex", pasando luego a aporrear una noble
"C.A.F.", o una doble bombo (sí, ya estaba inventado)
"Colombo".
Los años han pasado, muchas de éstas marcas ya no están en el mercado. Los vaivenes de una errática economía nacional le asestaron el golpe final a más de uno de éstos fabricantes que, seguramente, aspiraban a un futuro más próspero y promisorio, y también a mantener una continuidad en su presencia en el mercado que no pudieron lograr. Vaya para ellos éste humilde recordatorio a modo de homenaje, en la seguridad que sus esfuerzos no fueron en vano y que, sin lugar a dudas, alegraron a toda una generación de músicos que encontró en sus productos, el vehículo adecuado para expresar sus emociones. Amen.